jueves, 20 de mayo de 2010

EL IDILIO TROPICAL

El idilio tropical de las descripciones de Colon y Pedro Mártir era en gran medida real, el pueblo no padecía necesidades, cuidaba sus plantíos, era diestro en la pesca e intrépido en la navegación y la natación. Diseñaba casas atractivas y las mantenían limpias. Encontraban expresión estética en el tallado de madera. Tenían tiempo libre para divertirse con juegos de pelota, bailes y música. Vivian en paz y amistad como lo resalta De las Casas:

“Todas estas universas e infinitas gentes a todo género crió Dios las más simples, sin maldades ni dobleces, obedientísimas, fidelísimas a sus señores naturales y a los cristianos a quien sirven; más humildes, más pacientes, más pacíficas y quietas, sin rencillas ni bollicios, no rijosos, no querulosos, sin rencores, sin odios, sin desear venganzas, que hay en el mundo. Son así mismo las gentes más delicadas, flacas y tiernas en complisión y que menos pueden sufrir trabajos, y que más fácilmente mueren de cualquiera enfermedad, que ni hijos de príncipes y señores entre nosotros, criados en regalos y delicada vida, no son más delicados que ellos, aunque sean de los que entre ellos son de linaje de labradores.”.


La sumaria afirmación de Las Casas es que los pueblos habían sido muy numerosos pero no muy grandes, y así comúnmente había en ésta y en las ya dichas islas los pueblos de cientos y doscientos y quinientos vecinos, dijo las Casas, “en cada una de las cuales diez y quince vecinos con sus mujeres e hijos moraban… en una casa de paja que terná comúnmente treinta y cuarenta pies de anchura aunque redonda, y que no tiene retretes ni aparatos, puedan vivir diez y quince vecinos toda la vida, sin que los maridos con los maridos, ni las mujeres con las mujeres, ni los hijos con los hijos, tengan reyertas y contenciones, mas que si todos fuesen hijos de un padre y de una madre”

Las Casas opinaba que la población nativa de la española había ascendido a mas de 3 millones, y que Jamaica y Puerto Rico habían estado pobladas en forma igualmente densa, pero Cuba sólo en partes. El Pueblo, según él, vivía en paz, lo cual era cierto, y demográficamente significativo. Dice además, que eran sanos y vivían largo tiempo. Las mujeres tenían entre 3 y 5 hijos: “donde no hay guerra ni hambre, y faltan pestilencias, siempre nacen mas gentes que mueren”.

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